Monseñor Gerardi, 15 años de su martirio.

Monseñor Juan José Gerardi, un especial amigo de la ermita.

Nació al este del cerrito en la 3 calle y 17 avenida zona 1, un 27 de diciembre de 1,922. De niño estudió en el Asilo de Santa María de las Hermanas de la Caridad.

Debido a la cercanía, seguramente desde niño acudía al cerrito de la Virgen del Carmen ya sea para participar de la santa misa o para jugar en sus áreas verdes.

Se ordenó sacerdote el 21 de diciembre de 1,946 siendo nombrado coadjutor de la Parroquia El Sagrario (Catedral Metropolitana) donde sirvió hasta junio de 1,948, pues luego fue nombrado párroco en Mataquescuintla, Jalapa.

Según testimonio del Sr. Oscar Castellanos: "En esa época Monseñor Gerardi acudía a la ermita de la Virgen del Carmen a oficiar misas, pues poco antes de la llegada de los venerables Frailes Franciscanos no había un sacerdote residente.

Al verle por primera vez, algunos fieles creían que monseñor Gerardi era europeo (tal vez distante), pero la duda se disipaba pronto al escuchar su imponente prédica en acento muy guatemalteco, además al ver el júbilo que irradiaban sus ojos al servir a Dios, rápidamente le tomaron familiaridad.

Recuerdo esa época con especial cariño pues tuve el honor de ser acólito (monaguillo) de Monseñor Gerardi en la ermita de la Virgen del Carmen".

Nuestro sincero agradecimiento al Lic. Carlos Alarcón de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobizpado en Guatemala, por la fotografía.

Retablo mayor (10).

Muchas gracias por su colaboración.

Paz y bien.

Retablo mayor ( 9).

Avance de obras.

Retablo mayor (8).

Avance de obras.

 Sobre este muro antiguo estaba adosado el retablo. Por ser de calicanto exhibía algunas fisuras que fueron reparadas adecuadamente.
Para la intervención del retablo fue necesario desmontarlo ya que se descubrió que su proximidad al muro permitía que se concentraran altos niveles de humedad, la cual es muy dañina para todo el conjunto (con la humedad la madera se hincha).

 Para eliminar el problema de la excesiva humedad se estudio que era necesario crear una cámara de aire entre el retablo y el muro, por lo que los travesaños de anclaje ahora no quedarán a ras del muro, sino separados 15 cm.

 Parte posterior de la hornacina donde descansa la imagen de la Santísima Virgen.

 El nicho que recibe a la hornacina de madera, antes de la intervención.

Puede contemplarse el muro ya restaurado, habiéndose dejado intactos los travesaños antiguos que aparecen hasta arriba en un color más oscuro.

Pueden apreciarse los nuevos soportes que garantizan la seguridad de toda la estructura.

Al eliminar la humedad desapareció un leve olor a moho (esporas) que se percibía al permanecer en el altar.

Retablo mayor (7).

Avance de obras (detalles).

Retablo mayor (6).

Avance de obra (detalles).

Retablo mayor (5).

La restauración de este patrimonio histórico, religioso y cultural necesita de muchas manos muy calificadas, lo que supone un altísimo presupuesto.
Si usted se siente conmovido por esta iluminada decisión de Fray Bruno, amablemente le invitamos a que acuda a la ermita a entregar el donativo que le dicte su corazón.

 Bruñidor de ágata.

 El maestro Carías extiende y bruñe un pedazo de hoja de pan de oro.

 Aplicando una base preparativa de blanco de España.

  Aplicando otra base preparativa de bol de Armenia.

 Reemplazando los travesaños carcomidos.

Limpieza y retocado de los hermosos cuadros barrocos.

Retablo mayor (4).

Los travesaños posteriores que conforman el marco de sostén y que van adosados al muro, se hallaron en calamitoso estado; esto hace suponer que toda la estructura corrió el peligro de caer por su propio peso.

Las termitas dejaron en el aire esta parte del travesaño, nótese que las espigas cilíndricas de madera apenas cumplen su función.