Incidente.
Sobre la novena avenida entre cuarta y quinta calles, un piloto de bus dejándose llevar por la autosuficiencia, consideró que para no perder ningún tiempo era mejor abrirse paso en medio del cortejo procesional, sin embargo esta infeliz ocurrencia se tuvo que detener ante la indignación de los pasajeros y la valentía de los jovencitos de las bandas escolares que le bloquearon el paso.
Al final debe haber reconocido que fue el maligno quien estimuló su soberbia, porque haciendo un gran esfuerzo (por lo largo del bus y lo estrecho de la calle), dio la vuelta en 180 grados y se retiró.
El cortejo procesional a su paso por la iglesia de Santa Teresa.
La procesión de los 400 años hace su emocionante ingreso a la Catedral Metropolitana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario