jueves, 24 de octubre de 2013

Santa Teresa de Jesús (1).

Es edificante leer que: " Juan Corz . . .  De vuelta de Tierra Santa, con el propósito de trasladarse a las américas, las tierras recién descubiertas que llamaban portentosamente la atención de muchos y de los jóvenes en particular, pasó por Ávila (España), la ciudad natal de Santa Teresa, que había muerto poco antes. Al saberlo las Carmelitas de Ávila, llamaron al peregrino y al oir de sus labios que no iba a las nuevas tierras para hacer fortuna como muchos, sino más bien para vivir en ellas como ermitaño, le dieron el encargo de que trajese una pequeña y preciosa imagen de Nuestra Señora del Carmen.
La imagen había sido mandada a esculpir por la Santa Fundadora, que durante un tiempo la había guardado y venerado en el oratorio de su celda y luego dispuso que después de su muerte fuera enviada al nuevo continente para ponerlo bajo la protección de la Virgen del Carmen.
El peregrino aceptó el delicado encargo y al preguntar a las religiosas cuál sería el sitio donde debía depositar la sacra imagen, le respondieron: "Ella misma, la Virgen, será la que determinará el sitio donde desea ser venerada".
Le recordaron también lo que la Madre Teresa les había dicho en unas oportunidades: que allá donde fuera venerada esa imagen surgiría una gran ciudad ". 
(tomado de el libro "La Ermita del Cerro del Carmen", escrito por Fray Bruno Frison, página 13).

Con este preámbulo podemos comprender el recorrido extraordinario que tuvo la solemne procesión de Santa Teresa de Jesús (el pasado domingo 20), pues junto a una distinguida comitiva hicieron una importante visita a la Santísima Virgen del Carmen en la Ermita.
Este especial evento se da dentro de las celebraciones preparatorias del quinto centenario del nacimiento de la Doctora de la Iglesia, que se festejará en 2,015.


















No hay comentarios:

Publicar un comentario