Todos los viernes de cuaresma en este místico cerrito, se reza el piadoso ejercicio del Vía Crucis, un acto en el que todos los asistentes van caminando junto a la cruz de Nuestro Señor Jesucristo, ya orando devotamente en cada estación o entonando populares cantos propios de la época.
De manera singular el Vía Crucis del cerrito posee características y situaciones propias, que unidas a las reflexiones en cada estación, provocan a la meditación y a la espiritualidad.
Es el único Vía Crucis en la ciudad de Guatemala erigido al aire libre, comienza en las faldas del cerrito y va subiendo hasta llegar a la cima donde a un costado de la antigua ermita termina con la decimocuarta estación.
Su horario es nocturno a las 7 de la noche, esto unido a las luces de las velas que portan los devotos y a la mística espiritualidad que este cerrito posee, hace que la práctica de este pío ejercicio nos haga vivir en Fe "el camino al Gólgota" durante los viernes de cuaresma.
Rodolfo Mejicanos.
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